Después de este largo invierno, el 14 de Marzo, por fin tuvimos la oportunidad, y pudimos Pedro, Cándido, y yo, reunirnos en Cerro Negro, el ambiente limpio, y apacible que se respiraba esa noche, te inspiraba una paz extraordinaria.
De vez en cuando los gruñidos de unos cerdos, rompian el silencio...y yo gastaba alguna pícara broma y nos reíamos los tres.
Teníamos casi Luna llena, pero el cielo estaba estupendo, y le servía de telón de fondo a Venus que resplandecía a primeras horas de la noche.
Empesé a practicar con mi Nikon, y le hice fotos a la Luna, Venus y Nebulosa de Orión...me di cuenta que me encantaba hacerle fotos a esas maravillas y...que aparte de llevarme los recuerdos en mi mente, también sería bonito recordar esos trozos de cielo atravéz de la fotografía.
De vez en cuando los gruñidos de unos cerdos, rompian el silencio...y yo gastaba alguna pícara broma y nos reíamos los tres.
Teníamos casi Luna llena, pero el cielo estaba estupendo, y le servía de telón de fondo a Venus que resplandecía a primeras horas de la noche.
Empesé a practicar con mi Nikon, y le hice fotos a la Luna, Venus y Nebulosa de Orión...me di cuenta que me encantaba hacerle fotos a esas maravillas y...que aparte de llevarme los recuerdos en mi mente, también sería bonito recordar esos trozos de cielo atravéz de la fotografía.
Pedro, se había inventado un estupendo artilugio, para poder sujetar en su telescopio otra cámara más, así que colocamos la suya y la mia juntas mirando al cielo y disparando...una virguería.
Siempre me gustó hacer fotos a paisajes terrestres, porqué no a los estelares..
No hay comentarios:
Publicar un comentario